Irineo Leguizamo

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2002 ~ 14 años difundiendo nuestras raíces ~ 2016


Luisa Luisi

Luisa Luisi (1883-1940), maestra y poeta, nació en Paysandú. Autora de numerosos artículos sobre temas educativos y de crítica literaria, colaboraba con diversos diarios y revistas. Además de sus libros de poesía, publicó también algunos libros de ensayos y de crítica literaria. Fue miembro del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal entre 1923 y 1929.
El padre, Ángel Luisi Pisano, italiano, trajo a América sus ideas masónicas de libertad, la madre, María Teresa Josefina Janicki hija de polacos exiliados en Francia, recién casados, llegan en 1872 a Entre Ríos, Argentina y en 1878 a Paysandú, Uruguay. En 1887 se instalaron en Montevideo.
Los Luisi - Janicki fueron una familia de trabajadores y educadores que se desarrolló en un ambiente de resistencia y rebeldía, de pensamiento muy liberal para la época. Todas sus hijas estudiaron magisterio y algunas de ellas siguieron carreras universitarias siendo de las primeras mujeres profesionales.
Luisa fue una estudiante muy aplicada y estudió Magisterio en el Instituto Normal de Señoritas "María Stagnero de Munar", carrera en que se graduó en 1903. Inició su carrera como ayudante de la Escuela de Tercer Grado número 2, para luego dirigir la Escuela de Práctica de segundo grado y la Escuela de Aplicación. Muy joven aún, fue redactora del gran diario La Razón de Montevideo. Integró el Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal entre 1925 y 1929; en este último año se jubiló. Fue profesora de idioma español en la Sección Femenina de Enseñanza, y de Lectura y declamación en el Instituto María Stagnero de Munar. Sin embargo, en su vida hubo un espacio destinado a la poesía. Logró publicar cuatro poemarios, mientras que también incursionó en la prosa con otros cuatro trabajos editados y principalmente dedicados a la educación. Participó como delegada oficial en el Congreso del Niño realizado en Buenos Aires en 1916, y ocupó el cargo de secretaria en la Sección Educación del Segundo Congreso del Niño, llevado a cabo en Montevideo tres años después. Contrajo en su madurez una parálisis irreversible que la consagró a una vida sedentaria. Destacó como crítica literaria. Fue declarada socia honoraria por la Asociación de Profesores de Primaria de Río de Janeiro. Murió en 1940.

Artículo del diario El Día (11 de abril de 1940) alusivo a su muerte


La crítica ha destacado las formas clásicas que reviste su verso y los valores intelectuales de su poesía; se la enclava junto a las otras tres representantes uruguayas del posmodernismo: María Eugenia Vaz Ferreira, Juana de Ibarbourou y Delmira Agustini.

Publicación de Mundo Uruguayo (1930) en conmemoración de los 100 años de la jura de la Constitución


Su poesía de índole filosófica y su vasta y rigurosa obra crítica alcanzaron pronto una dimensión internacional pública en Buenos Aires y en Barcelona y es reseñada en Madrid y en París. Hablan de ella Rafael Cansinos Assens (Verde y dorado en las letras americanas. Semblanzas e impresiones críticas (1926-1936), Aguilar, Madrid, 1947], F. Contreras (L’espriti de l’Amérique Espagnole, París: Col. de la Nouvelle Revue Critique, 1931) y César González Ruano (Literatura Americana. Ensayos de madrigal y de crítica, Madrid: Fernando Fe, 1924). Fue traducida al inglés por A. Stone Blackwell (Some Spanish American poets, New York: Appleton & Co., 1929), y después de haber alcanzado prestigio y consideración, hoy no se la recuerda, condenada a un olvido injusto.


 Fragmentos de Poemas de la inmovilidad y canciones al sol
Luisa Luisi, Editorial Cervantes, Barcelona, 1926.

 

Y OTRA VEZ LA ESPERANZA...
Y otra vez la esperanza florecerá en mi pecho?...
¿Otra vez la corriente me llevará en sus ondas?...
¿Otra vez la alegría falsa, el dolor certero
me envolverán en sus vertiginosos giros?...
¿Otra vez, otra vez, enlodaré mis manos?...
¿Otra vez, engañada, también yo engañaré?...
¡Oh!, mi paz, mi pureza, mi dolor, compañeros,
compañeros amados, ¿al fin os dejaré?...
¿Seré, como los otros, uno más en la vida?...
¿Mutilarán mis sueños la realidad y el tiempo?...
¿Vuelvo de un viaje largo donde me hallé a mi
misma, y tendré que perderme otra vez en el
mundo?...
Yo que estuve tan alto, ¿descenderé de nuevo?...
Después de hablar con Dios, ¿sólo hablaré a los
hombres?...
¡Oh!, penoso, doliente y noble cautiverio
que me hiciste más buena y me alzaste en mi
misma,
mi adiós es melancólico como un adiós
supremo...
dejo en ti lo más noble de mi vida terrena...

 

SUEÑO
Este sueño me pesa más acá de los ojos...
Sueño de unas pupilas eternamente insomnes;
que por almohada piden la tiniebla infinita,
y por manta el espeso silencio de la noche.
En el mármol velado de mi estatua yacente,
bajo los siete velos de la inmovilidad,
ceñir con bandeletas de olvido a mi conciencia
como a una vieja momia de polvorienta faz.
Y para que el silencio me envuelva más profundo
y no turbe ni el día obscuro sopor,
cegar los ventanales de mis anchas pupilas,
detener los latidos del torpe corazón...

 

PALABRAS
Las palabras
deformaron el alma, y la enlodaron...
¿En qué silencio te hallaré algún día, tú, que
ignoras acaso, que mi silencio
tiene tu misma voz?...
En el misterio de sus aguas quietas,
inmóvil y desnuda,
-blanco nenúfar- floreció mi alma;
y ascendió su corola del silencio
cálido y aterciopelado,
donde una inmensa floración se abre...
A través de sus aguas de misterio,
¿qué heroísmo floral ha de enviarme
su amoroso mensaje
de corola a corola,
y fecundar mi pensamiento,
navegando callado, en el océano
lustral de los silencios?...
... Las palabras
deformaron el alma, y la enlodaron...


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